Tarde de urgencias

¡Hola querid@s!

¿Cómo lleváis los catarros? ¡No me digáis que todavía no os habéis acatarrado porque me da un “jamacuco”! Yo llevo un mes de enero y febrero que no doy abasto a comprar pañuelos de papel, jarabes para la tos, antipiréticos, paracetamol, ibuprofeno y demás productos. Creo que, como sigamos así, este año la farmacia a la que voy habitualmente me va a mandar un jamón de bellota por Navidad.

Una familia unida …… y constipada

En casa nos hemos constipado TODOS y algunos, como es mi caso, varias veces. El caso de los MEOs es aparte. Los pobres no se pueden decir que estén constipados: viven instalados en los mocos y en la tos. Cada vez que están un poquito mejor y después de pasar una semana en casa los llevo al cole, ya hay algún otro niño o niña en su clase que anda con los miasmas y vuelta a empezar.

No le pongo reparos a nada 😱

No hace falta que os diga que con que se constipe uno de los MEO ya la hemos liado: como los tres comparten absolutamente todo menos los pañales (y porque no se los saben quitar), pues van todos a una. Y ellos se lo pegan a las niñas, las niñas al padre y … ¡TODOS A MI! No libro ni una sola vez. Da igual de qué se trate: si es catarro, catarro; si es colitis, colitis; si es conjuntivitis, pues conjuntivitis… da igual ¡no le pongo reparos a nada. ¡Todo me viene bien!

Tarde de urgencias

Mi madre sigue aquí

Esta semana hemos tenido un cuadro médico importante. Os lo explico: mi madre se cayó bailando en la parroquia (va todos los domingos) y se ha hecho una lesión en el hombro (os diría el nombre, pero es que no me acuerdo). El caso es que el domingo por la noche, desde urgencias nos vinimos todos a casa para que pudiera estar tranquila y recuperarse pronto. Yo pensé que se iba a quedar un par de días, pero NOOOOOO: hoy domingo aquí sigue.

Los MEO estaban con otitis (y mocos). El martes por la mañana estaban los MEO y Paulita y al mediodía ya se había unido Marta. Mis suegros insistieron en venir a ver a todos los enfermitos y yo no me vi capaz de decir que no porque estaba desbordada, pero sabía lo que iba a ocurrir: el miércoles por la tarde los pequeños iban remontando y mis suegros pillaron un trancazo tremendo.

El disfraz de enfermera del Chino

Estaba tan desesperada que me fui al chino y me compré un disfraz de enfermera. Lo que pasa es que cuando llegué a casa y me lo puse por hacer una broma, me vi en el espejo y no me atreví a salir del baño. No os cuento más.

Y así ha ido transcurriendo la apacible semana, entre mañanas de mocos, tardes de fiebre y noches de llanto hasta que llegó el viernes.

Mi madre dijo que ya se iba a su casa porque no le dolía el hombro. Yo me las prometía la mar de feliz, la verdad. Pensé en un fin de semana de manta, película o libro y palomitas y a recuperar fuerzas.

Pero noooo ha podido ser. Al mediodía mi padre empezó a sentirse mal y a tener fiebre. Claro mi madre dijo que no se podía ir porque ella no se podía manejar bien en casa así que, EFECTIVAMENTE, siguen todos aquí.

Por favor ¿hay alguna casa en la que no haya nadie malo? ¿Me dais cobijo? No puedo máassssssss.

Feliz semana

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