Se van acabando las vacaciones

¡Hola queridos!

¡Ya estoy de vuelta! ¿Qué tal van esas vacaciones? Yo ya estoy casi, casi de vuelta. Si, ya sé que es una verdadera tontería lo que acabo de decir: se está de vuelta de vacaciones o no. No parece haber término medio.

Se van acabando las vacaciones

Os explico: yo he tenido unas vacaciones variadas.

Primero ya sabéis que me fui a Cádiz con mi marido y mis hijos. Un fantástico plan familiar que, como os podéis imaginar, tuvo de todo menos descanso. Fue muy divertido, eso sí, pero ir a la playa con seis niños y pretender descansar es como ir a la luna y pretender coger el cercanías. Pues lo mismo.

Cuando acabó nuestra divertida aventura en Cádiz nos trasladamos a Málaga. Mis suegros habían alquilado allí una casa y reunieron a hijos, hijas, nueras, yernos, nietos y casi todo el que pasaba por allí. Al levantarte no sabías muy bien si estabas de vacaciones o en un albergue.

¡Me quejo yo de la compra que hago en el supermercado!

Como éramos muchos, mi suegra decidió organizar tareas para que cada uno tuviera claro que tenía que hacer y nadie se escaqueara (cada día la admiro más a esta mujer).

Yo me ofrecí voluntaria para ir a comprar y todos decidieron que eso se me iba a dar muy bien. Bueno, no sé si pensaron que eso se me daba bien o que el resto de las tareas se me daba rematadamente mal…

¡No os podéis imaginar qué compras hacíamos… ¡madre de dios! Solamente con la leche y los yogures, nos hubiera salido más rentable comprar una vaca. Y si hablamos de las barras de pan, ni os cuento.

Días en la montaña con «mamá»

Bueno, a lo que iba: después de esa experiencia, mi madre (que no puede ser menos) también nos ofreció pasar unos días con ellos, esta vez en lugar de en la playa, en la montaña.

Toni se tenía que incorporar al trabajo y mi cuñada nos dijo que dejaba a los niños con su madre y se iba quince días de viaje romántico con su marido a Vietnam (escribí 100 veces la envidia es mala y no me sirvió de nada) y estaba buscando alguien que se quedara en su casa para cuidarla. Claro, Toni rápidamente se ofreció.

Y yo tuve una visión:

me vi en un pueblo con mi madre, mi padre, mis cuñados … y Toni solo en Madrid, en chalet individual con piscina (algún día os contaré la historia de mis cuñados) y con jornada intensiva… ¿Os ponéis en mi lugar?

Y, como es natural, rápidamente me vino otra visión, más real y mucho mejor para todos. Hablé con mi madre y le dejé a los niños en el pueblo. Conseguí convencerla porque le dije que Toni y yo estábamos pasando una época en la que necesitábamos hablar (¡!!!!) y nos vendría bien estar solos. Mi madre encantada y yo más.

Estoy en el chalet de lunes a viernes sola. Toni sale de trabajar a las tres, come y se duerme la siesta hasta las 8. Yo aprovecho para estar en la piscina, leer, ir de compras…

Los viernes al mediodía nos vamos a la sierra y, no sé por que, cuando llego tengo unas ganas de verlos a todos que nos os podéis imaginar.

Resumiendo …..

Resumiendo: un sueño pero no sé muy bien si sigo de vacaciones o ya se me han terminado. ¿Qué os parece?

Desde aquí nuestro recuerdo y homenaje

Ahora me vais a permitir que me ponga seria como Rita, como Mercedes y como voz de los que colaboramos en este fantástico blog. Esta semana ha sido muy difícil. En los últimos días han ocurrido cosas que no deberían ocurrir ni en nuestro país ni en ningún país del mundo. Fruto de estos acontecimientos, varias personas han perdido la vida y muchas han visto rotos sus sueños y su futuro.

Los atentados de los últimos días en Cataluña nos han roto a todos el corazón. Desde aquí nuestro recuerdo y nuestro homenaje a todos aquellos que se han visto afectados y nuestra gratitud a todos aquellos que han demostrado que la solidaridad y la bondad sigue presente en nuestras vidas.

Feliz semana.

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