Navidad, Navidad…. Mindful Navidad

Navidad, Navidad…. Mindful Navidad

Navidad, Navidad…. Mindful Navidad

Se acerca la cena de Nochebuena. Tienes todo preparado para la “gran” noche… este año le toca a tu familia venir a casa.  Has supervisado todos los detalles, te has asegurado que todo vaya bien.  Pero a pesar de los preparativos, sientes un cosquilleo incómodo en el estómago con la sensación de que seguro que falta algo… vives una lucha interna de que esta noche todo “tiene que ser perfecto”.  Paz y amor para estas fechas… y realmente, en muchas ocasiones, estas palabras se traducen en tragar, tragar y tragar.

Tragar la mirada de tu cuñado al ver la elección que has hecho del vino… la desaprobación de tu madre porque no está el horno caliente a su entrada… el reproche de tu hermana porque cabemos mal en la mesa… tragas y tragas … y sientes que vas a explotar.

¿Por qué nos tensa tanto la Navidad?

¿por qué tanto movimiento emocional? ¿por qué tanto exigencia de perfección? Y sobre todo, ¿por qué nos tensa tanto la Navidad?

Según mi punto de vista es porque no encajan nuestras expectativas de lo que tendría que ser y lo que finalmente es.  Porque todos tenemos familias imperfectas que no hacen lo que querríamos que hicieran.  Y nosotras no hacemos exactamente lo que a ellos les gustaría que hiciéramos…y así… sucesivamente…. una y otra vez.

Una propuesta muy Mindful para estas Navidades

Para todo esto, os hago una propuesta muy Mindful: ¿qué os parece si aceptamos a nuestra familia tal como es? ¿si nos aceptamos tal como somos? Sin tanta expectativa y exigencia excesiva y absurda.  No vivamos los estándares de los anuncios donde todos sonríen sin parar y donde hay que ser “feliz” a la fuerza.

Mi propuesta es querernos sin más y punto.  Con todo lo que hay.  Con toda esta humana imperfección que nos caracteriza… aunque el pavo esté seco y la sopa se haya quedado fría. Tal cual es… es perfecto porque es real y está vivo.

Brindemos con una copa de aceptación

Me pido una copa de aceptación, otra de compasión y por último, una tercera de amor.  Espero emborracharme con esta combinación tan consciente.  Fluir con la vida y dejar esa búsqueda irreal.

Regalemos presencia, atención generosa y no juicio.

Por muchas heridas e historias que hayan del pasado, podemos soltar poco a poco y observar la belleza de lo que es. Con aceptación y compasión.

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