Hoy hablamos de La Meditación, el gimnasio del Mindfulness.
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Hablamos de Mindfulness y hablamos de meditación… pero ¿no es lo mismo?
Aunque en los siguientes posts me gustaría comentaros un poco más la diferencia, pero para explicarlo de una manera más sencilla, simplemente quiero deciros que la meditación es el gimnasio del Mindfulness. Es ese espacio donde ejercitamos el músculo de la atención para facilitar la conexión con este momento presente.

¿Qué es la meditación?
Y ¿qué es la meditación? La meditación es una práctica que consiste en poner la atención de manera consciente e intencionada.
Decido parar, sentarme y enfocar mi atención en mi respiración, o en mi cuerpo, o en un objeto y simplemente observar mis pensamientos sin engancharme a ellos. Cuando lo hago, mis sentidos se agudizan y mi mente se aquieta….
Baja la velocidad de los pensamientos y puedo abrirme a sentir cualquier emoción o sensación que pueda surgir.
Muy interesante… pero ¿por dónde empiezo a meditar?
Lo primero, tomando la decisión de cuándo y dónde empezarás.
Elige un sitio en casa que sea tranquilo y que no tengas interrupciones. A primera hora de la mañana es perfecta para meditar, pero entiendo que no a todas nos encaja ese horario. Lo importante es que sea una hora y un espacio donde puedas tener esa quietud deseada.
Dos aspectos importantes al empezar a meditar
Hay dos aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de empezar a meditar:
Mi cuerpo:
En primer lugar, podemos empezar a meditar en una silla, o si lo preferimos podemos hacer en un cojín (zafu) o banquito de meditación. La postura debe ser estable, firme y relajada al mismo tiempo. Elige aquella con la que te sientas mejor.
La columna vertebral debe reposar de manera natural y en su vertical, los hombros relajados, la coronilla orientada hacia el cielo y el mentón ligeramente inclinado hacia el pecho.
La expresión del rosto debe ser relajada con el dibujo de una leve sonrisa.
Las manos pueden posarse sobre las piernas o dibujar el mudra (posición de manos) deseado.
Aquí os dejo varios ejemplos aunque hay muchos más:
Los ojos pueden estar cerrados o semientornados con la mirada fija en un punto de un metro de nosotras (o ángulo de 45º). También lo podéis alternar.
Idealmente no hay que cambiar de postura durante toda la meditación, salvo si tenemos alguna molestia muy incómoda que desvíe nuestra atención.
Mi Respiración
La respiración debe ser abdominal y natural con el abdomen relajado subiendo y bajando en cada inspiración / expiración. Al principio de la meditación, podemos modularla de manera lenta y profunda para dejar posteriormente que tenga su propio ritmo natural.
En el próximo post, hablaremos de la importancia de nuestra actitud cuando meditamos.
De todas formas, os quiero animar a que deis el primer paso ya que todas podemos meditar. Sobre todo si tenemos en cuenta que no significa poner la mente en blanco, ni tampoco es algo exclusivo de monjes budistas…
Tampoco tiene porque ser una práctica religiosa ni requiere entrenamiento especial.
Empezar a meditar es una decisión, un regalo que nos hacemos para vivir de manera más plena y satisfactoria. Es elegir de manera voluntaria y consciente: ¡ahora me toca a mí!
Es un espacio solo tuyo, de silencio, de quietud… nos liberamos del peso del pasado y dejamos de perseguir continuamente el futuro. Sin esfuerzo, solo algo de disciplina y ¡muchas ganas de emprender este maravilloso camino!
¿Cuándo empezamos?
[…] La Meditación, el gimnasio del Mindfulness (1ª Parte) […]
La meditación como actividad humana,ayuda a la concentración de la atención y fortalece la conciencia, expresión de la existencia del Ser Humano. Gracias.