Si eres madre de un adolescente, seguramente son muchas las ocasiones en las que intentas establecer una conversación y no obtienes los resultados perseguidos.
¿Te has parado a pensar cómo es el lenguaje que empleas para hablar con él/ella? Comparto contigo la importancia del lenguaje en la educación de nuestros hijos adolescentes
Contenidos del artículo
- 1 ¿Te has parado a pensar cómo es el lenguaje que empleas para hablar con él/ella? Comparto contigo la importancia del lenguaje en la educación de nuestros hijos adolescentes
- 1.1 Creencias vs conducta. Excusa vs causa
- 1.1.1 Prueba a cambiar la pregunta con tus hijos y observa los resultados. Es importante escuchar los motivos sin juzgar. Y tras la escucha una nueva pregunta: “¿Cómo lo vas a solucionar?”. De este modo buscas la acción y la responsabilidad de tu hijo.
- 1.1.2 Pon en práctica esta herramienta y si te sirve ¡quédatela!
- 1.1 Creencias vs conducta. Excusa vs causa
El lenguaje crea pensamiento y el pensamiento crea un estado emocional. Evidentemente, nuestras acciones van a ser diferentes si tenemos un estado emocional de motivación o si tenemos un estado emocional de frustración. Por tanto, del lenguaje que utilicemos con nuestros hijos, cuando conversamos con ellos, va a depender en gran medida su conducta posterior.
El lenguaje es el vestido de los pensamientos. Samuel Johnson (1709-1784) Escritor inglés.
Cuando no nos guste el proceder de nuestros hijos, es importante revisar el lenguaje que empleamos a la hora de hablar con ellos.
Según los niveles neurológicos de la PNL (Programación Neuro-Lingüística) nuestro lenguaje afecta a niveles diferentes según lo utilicemos.
Creencias vs conducta. Excusa vs causa
Casi seguro, tú, como muchas madres de nuestra generación, has preguntado a tu hijo alguna vez: ¿Por qué no has hecho los deberes? Lo que viene detrás de este tipo de preguntas es la excusa de nuestro hijo. ¿La razón?: siente un dedo acusador que le obliga a defenderse. ¡Se siente atacado!
¿Por qué? ¿Por qué?: Es que… Es que…
Sin embargo, si le preguntáramos: ¿Qué ha pasado para que no hayas hecho los deberes?, el resultado sería distinto. Pensaría en un motivo, en una causa, no en una excusa. Al no sentirse atacado no tendrá que defenderse y no tendrá necesidad de mentir. Es más, le ayudará a ser consciente de cuál es su verdadero obstáculo.
El “por qué” incide directamente en nuestro sistema de creencias, difícil de modificar; por eso nos sentimos atacados. Sin embargo el “qué” incide directamente en nuestra conducta y la conducta si podemos modificarla más fácilmente.
Te propongo que hagas memoria y trates de recordar una situación en la que te preguntaron un “por qué”. ¿Te sentiste incómoda? ¿Juzgada? ¿Atacada?. No es lo mismo “Por qué llegas con retraso” que “¿Qué te ha pasado para llegar con retraso?” ¿Verdad?
Prueba a cambiar la pregunta con tus hijos y observa los resultados. Es importante escuchar los motivos sin juzgar. Y tras la escucha una nueva pregunta: “¿Cómo lo vas a solucionar?”. De este modo buscas la acción y la responsabilidad de tu hijo.
Pon en práctica esta herramienta y si te sirve ¡quédatela!
[…] ya mencionamos en nuestro post El lenguaje, clave en la educación de un adolescente, el lenguaje determina nuestro pensamiento, transforma nuestro estado emocional y por tanto […]
[…] otras entradas de este blog, ya os hemos hablado de la importancia del lenguaje en nuestro pensamiento y, como consecuencia, en la transformación de nuestro estado emocional y en nuestras […]
[…] ya hemos mencionado anteriormente cuando hemos hablado de creencias y de autoestima, el lenguaje condiciona nuestro pensamiento y también condiciona nuestras acciones. Nuestros hijos nos modelan […]