¡Hola queridos amigos!
¿Cómo ha ido la semana? Espero que todo haya ido muy bien, incluso si tenéis alergia… ¡Madre mía! ¡cómo ha venido el buen tiempo y la alergia! El otro día en el colegio a la hora del desayuno había un concierto de mocos, estornudos y toses que parecía hecho a propósito.
Como estamos de la alergia 😨
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La que peor estaba era la madre Josefa – “Mami Pepa”, como la llaman los alumnos -… la pobre estaba tan congestionada que no podía ni hablar. Hubo un grupo de alumnos que la persiguieron para preguntarle todo el santo día: “Madre ¿podemos salir antes?” Evidentemente, la madre Josefa decía que no y yo, cuando me enteré, no comprendí tal empeño en sacar de quicio a la pobre mujer. Fue mi hija Marta quien me lo explicó.
Resulta que cuando le preguntaban, la madre Josefa intentaba decir: “No porque no se puede salir de clase antes sin motivo”. Eso es lo que ella intentaba decir pero lo que los alumnos escuchaban era: “Do podque do se puede salid de clase adgtes sid dotivo”… Y, claro, eso para un grupo de adolescentes con ganas de reírse era una tentación.
Hábitos de vida saludable
La verdad es que se echaron unas risas… exactamente hasta que se enteró la madre directora y acompañó a la madre Josefa durante un cambio de clase. A la primera pregunta que le hicieron, la madre directora no dejó ni tiempo a que la madre Josefa se preparara para contestar. Contestó ella misma con su propia voz, sin alergia y su ya conocido y legendario mal humor: “Porque no y para que no lo volváis a preguntar, hoy os quedáis todos una hora más ordenando la biblioteca». Y ahí se acabó la tontería.
Por la noche, cuando lo comenté en casa, todos nos preguntamos por qué ahora parece que hay tantas alergias entre las nuevas generaciones y llegamos a la conclusión de que, entre la polución, los químicos que se usan para los cultivos, las hormonas que usan para hacer crecer el ganado… nos estamos envenenando” (realmente lo dijo Blanca que, desde que tiene novio – sigue con el mismo – y es vegetariana, me tiene la cabeza como un bombo).
El caso es que decidimos que a partir de ahora toda la familia íbamos a comer más sano y tener hábitos de vida saludable: íbamos a reducir la cantidad de carne que comemos, íbamos a hacer más deporte, íbamos a dejar de comprar patatas fritas y snacks y en la nevera sólo íbamos a meter zumos de frutas, smoothies y zumos veggies… ni una cerveza.
Nosotros en casa como los de SEAT; a salmón y aguacate
Para reafirmar nuestra intención – ni a propósito – hemos leído que los empleados de SEAT van a dejar de comer bocadillos de chorizo y los van a sustituir por bocadillos de salmón y aguacate.
¿A que suena bien y parecemos una familia de esas de película americana? Si, esos que desayunan todos juntos a las 6 de la mañana y encima de la mesa tienen huevos, zumo recién hecho, tortitas, pastel de manzana y mantequilla de cacahuete… Nada comparado con el café con leche y las dos magdalenas que se desayuna mi marido desde que tomó la comunión…
El caso es que llevamos unos días comiendo de lo más sano: pescadito al vapor, verduras ecológicas, pollo y huevos sólo de corral, cereales integrales …
Sano es muy sano pero caro es carísimo
Y, la verdad, no sé si será más sano pero lo que si os digo es que es CONSIDERABLEMENTE más caro. Sobre todo porque, como sabemos lo que tenemos en casa, Toni y yo nos escapamos siempre que podemos al bar que hay debajo de casa y nos tomamos una caña con patatas fritas de aperitivo.
Es decir que compramos sano para casa y pagamos en el bar lo que intentamos dejar de comer. ¡Esto es un lío que no hay quien lo entienda!
Estoy segura que los trabajadores de Seat se van a volver sanísimos, pero también os digo que menos mal que es voluntario, porque si no a más de uno le ponen un bocadillo de aguacate a media mañana y es capaz de montar una huelga y reivindicar el bocadillo de panceta.
Ya os iré contando cómo transcurre nuestra nueva vida de hábitos sanos.
¡Feliz semana!