El consumo de drogas ha existido a lo largo de la historia, aunque en las últimas décadas ha tomado una nueva dimensión. En la actualidad, el consumo de estas sustancias está ligado a la sociedad desarrollada y nada tiene que ver con los consumos puntuales y ritualizados de otras culturas y otros momentos históricos.
¿Cómo hablar sobre drogas con tu hijo adolescente?
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Se habla de consumo de drogas en ámbitos cotidianos: prensa, cine, televisión y cuando nuestros hijos llegan a la adolescencia deben aprender a convivir con el consumo de sustancias y decidir sobre su consumo o no. En este momento, el papel de nosotros como padres es de vital importancia y el hecho de tener una comunicación fluida y de calidad con nuestros hijos puede separarles o no del inicio en el consumo.
Existen características individuales y variables relacionadas con el grupo que son determinantes a la hora de que los adolescentes se inicien en el consumo de drogas.
El alcohol, el tabaco y el cannabis suelen ser las sustancias que los adolescentes encuentran más fácilmente y son con las que habitualmente se inician en el consumo.
Muchos adolescentes buscan nuevas sensaciones. La búsqueda de estas sensaciones intensas les lleva a buscar situaciones como deportes de riesgo, aventuras y, como no, sustancias que les faciliten el disfrute de estas sensaciones.
Además, el consumo de drogas por parte del grupo, ya sean amigos o dentro del ámbito familiar, favorece que los adolescentes “prueben” y lo consideren un hábito normal y aceptado.
La comunicación con los padres es un factor clave a la hora de prevenir el consumo de drogas entre los adolescentes.
Antes o después los padres nos encontraremos ante la disyuntiva de hablar sobre consumo de drogas con nuestros hijos. Dialogar sobre sustancias, sus efectos y su prevención no debe convertirse en un problema para los padres. Debe hacerse de una forma natural; eso si: adaptada al momento y a la edad de nuestros hijos.
Hasta los 5 años no es conveniente que esta conversación se produzca. Puede ser que la curiosidad y las preguntas propias de esta edad lleven al niño a preguntar algo sobre el tabaco o el alcohol. Si esa pregunta se produce deberemos darle una respuesta y evitar mentirle, rehuir la respuesta o hacer “oídos sordos”.
De 6 a 11 años puede surgir interés acerca del alcohol y el tabaco. Si eso sucede, la conversación debe hacerse en positivo: destacando la importancia de no consumir y dando alternativas saludables. Asimismo, a esta edad, es aconsejable dar a nuestro hijo información sobre los efectos negativos de alcohol y tabaco en la salud.
A partir de los 12 años es cuando comienza la curiosidad y el riesgo de consumo de sustancias, principalmente el alcohol, el tabaco y el cannabis.
Es importante que, si tu hijo no inicia la conversación, seas tú quien tome la iniciativa y le explique qué son y qué efectos pueden tener estas y otras sustancias en su organismo.
Para hacerlo, ten en cuenta:
- Conversar no significa darle un discurso. Asegúrate de crear un clima de comunicación en el que su adolescente pueda expresarse y compartir contigo sus dudas, sus inquietudes y sus miedos.
- Evita ser negativo y catastrofista. El tema se debe abordar desde la sencillez, evitando la banalización y la tragedia en la conversación.
- Si sometes a tu hijo a un interrogatorio, probablemente se sentirá atacado y cerrarás las posibilidades de comunicación con él.
- Mantente firme en su posición y adopta una actitud clara y firme de rechazo hacia el consumo. Evita las imprecisiones y los temas tabúes. Habla con sinceridad y no des pie a que tu adolescente pueda entender que en determinadas situaciones el consumo de sustancias puede ser aceptado.
Te dejo este video informativo sobre las maneras de hablar con tu hijo sobre drogas y alcohol
Espero que estas herramientas te resulten útiles.
¿Qué opinas sobre este tema? ¿lo has hablado ya con tus hijos? ¿cómo lo has enfocado?
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¡Hasta la próxima!