Aprende cómo ayudar a tu hijo a estudiar
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“NO SOY CAPAZ DE ESTUDIAR”. “ESTO NO ME SALE”.”NO VALGO PARA ESTO”
Son muchos los niños que piensan que no son capaces de estudiar, o que hay alguna materia en concreto que no “les entra” o que hay alguna asignatura que no se les da bien. Como padres muchas veces no sabemos cómo actuar, qué hacer y descubrimos que año tras año a nuestros hijos les cuesta más estudiar. Y es que una creencia cuanto más tiempo lleve con nosotros más fuertemente se va arraigando en nuestros pensamientos y más difícil resulta de quitar. De hecho, esta es una de las creencias que están arraigadas en el fracaso escolar.
¿Cómo ayudar a nuestros hijos a estudiar?
En primer lugar, debéis saber que el niño manifiesta estas creencias negándose a estudiar, teniendo dolores de estómago cada vez que tiene un examen, gritando y diciendo que no es capaz o sentándose delante de un libro sin conseguir retener nada.
Estas situaciones resultan muy dolorosas para los niños. Si queréis que vuestros hijos dejen de sufrir, lo importante es detectar estas creencias pronto y trabajarlas tan pronto aparezcan. Permitidme que comparta con vosotros un ejercicio mágico que utilizo en algunas sesiones de Coaching con niños desde los 3 años.
TÉCNICA DE LA VELA:
1. Coge una vela y enciéndela.
2. Pide a tu hijo que respire tranquilamente para no apagar esa vela. Si el niño está muy agitado veréis que la vela se apaga una y otra vez. Respirad vosotros de manera calmada y encenderla de nuevo. Poneros delante de vuestro hijo, mirarle a los ojos y decirle con voz más bien baja que respire como vosotros. De manera calmada y profunda. Cuándo veáis que se tranquiliza poner de nuevo la vela delante. Para que este ejercicio funcione, es necesario que habléis con la voz baja.
3. Pídele que cierre los ojos y piense en esa sensación de no poder estudiar, de no sentirse capaz. Y pregunta con voz baja:
a. ¿Dónde la sientes? Llévate la mano hacia ese lugar.
b. ¿Tiene alguna forma? ¿algún color? ¿textura? ¿olor? ¿se mueve? ¿lo ves de manera clara? ¿te dice algo?
c. Pídele que mueva la mano con esa sensación a algún lugar de su cuerpo que le moleste menos.
4. Repite los puntos b y la c todas las veces que sean necesarias hasta que te diga que no le molesta y que tiene un color claro (blanco, tonos pastel…). Piensa que cuando el niño no se siente capaz, está en rabia o en miedo los colores que percibe son oscuros o rojos.
5. Una vez que ya no le molesta, pídele que te diga cómo se siente. Si te dice que tranquilo, calmado,… dile que se imagine que esa sensación y ese color claro se va expandiendo por todo su cuerpo (cabeza, cara, tronco, brazos, piernas,…) y que cada vez se va sintiendo más y más seguro, más y más ligero.
6. Verás que su postura se relaja. Es en ese momento cuando le pides que se imagine esa situación que le incomodaba (“estás haciendo el examen”, “estás estudiando”, “estás diciéndole a la profe la lección”…) y le dices : “te sientes relajado” “tranquilo” “y te imaginas estudiando la lección, los conocimientos te están entrando poco a poco…” . “Ahora piensa que te gustaría que sucediese en esa situación y ves que poco a poco lo vas consiguiendo, sientes que eres fuerte y que puedes conseguir lo que deseas”.
7. Ahora ya le puedes pedir que abra los ojos y apague la vela. Dale un abrazo reconfortante, necesita sentirse querido y protegido.
NOTA: adapta el lenguaje a la edad de tu hijo y no te olvides de estar cerca de él, con la respiración pausada y con la voz baja.
Acabas de trabajar una creencia con tu hijo, ahora disfruta con él de esa tranquilidad. En este momento, esta creencia se ha transformado por el “sí puedo”. No te relajes, estas creencias van apareciendo de manera recurrente en nuestra vida, tan pronto como vuelva a aparecer en tu hijo vuelve a trabajarla. El contador empieza otra vez en 0.
Recomendación de Teresa

Disfruta de tus hijos y ayúdales a crecer con autoestima positiva, queriéndose a sí mismos y creyendo que son capaces de conseguir lo que se propongan. Ser padre es una gran aventura y nadie nos dijo que fuese fácil.
Positivity TheDamass
No hay nada más estimulante y cierto para tus hijos que sentir que sus padres creen en ellos. Su mirada buscando tu apoyo es el mejor símbolo de tu poder como madre o padre. No desaproveches ese poder para trabajar positivamente.
Gracias Teresa. Totalmente de acuerdo: ser padres es una gran aventura, quizás la más apasionante de nuestra vida y, como todas la aventuras requiere su esfuerzo y tiene su dificultad. Me ha encantado.
Gracias Mercedes en nombre de Teresa Nafria y en el mío propio. Seguiremos trabajando para que los contenidos estén a la altura de nuestras lectores. Un abrazo fuerte